12.- Confía en tus recursos para salir adelante.
Acuérdate de cómo resolviste anteriores situaciones difíciles de tu vida. Si quieres sanar tu herida, si no quieres cargar tu mochila con el peso muerto de lo perdido, no basta pues con esperar a que todo se pase o con seguir viviendo como si nada hubiera pasado.
Necesitas dar algunos pasos difíciles para recuperarte. NO existen atajos en el camino de las lágrimas. Vas a vivir momentos duros y emociones displacenteras intensas en un momento en el que estás muy vulnerable. NO te exijas demasiado. Respeta tu propio ritmo de curación y creéme cuando digo esto: estás en condiciones de afrontar lo que sigue, porque si estás en el camino, lo peor ya ha pasado.
Confía en ti por encima de todas las dificultades y si lo haces te garantizo que no te defraudarás. El pensamiento positivo te transforma siempre en tu propio entrenador.
13.- Acepta lo irreversible de la pérdida.
Aunque sea la cosa más difícil que has hecho en toda tu vida, ahora tienes que aceptar esta dura realidad: estás en el camino de las lágrimas y no hay retorno. El camino sólo sigue hacía adelante. Mientras creas en un pequeño lugar que el otro volverá, que la situación va a volver a ser la que era, que el muerto va a regresar, nunca terminarás el recorrido.
La muerte siempre llega demasiado tarde o demasiado temprano. Siempre es un mal momento para que la gente se muera.
Hablar de tu pérdida, contar las circunstancias de la muerte, visitar el cementerio o el lugar donde se esparcieron los restos, todo puede ayudar poco a poco a ir aceptando el hecho de la pérdida. De hecho , si existe una remota posibilidad de que la pérdida no sea definitiva, deberás elegir entre seguir esperando y no recorrer el camino o decidir que es definitiva aunque los hechos permitan una tenue esperanza.
De todas maneras no te dañará haber recorrido el camino si lo que diste por perdido aparece, pero puede dañarte mucho seguir esperando lo que nunca sucederá. (Sabemos cuánto más difícil es aceptar la pérdida de un ser querido si nunca pudiste ver el cadáver o nunca se recuperó).
Es una gran tentación quedarse refugiado en la idea de que desde el cielo el otro está y me cuida. No tiene nada de malo la creencia religiosa de cada uno, al contrario, es un excelente aliado, pero cuidado con utilizarla para minimizar su desaparición física. Cuidado con llegar a creer que entonces no necesito hacer el duelo.
14.- Elaborar un duelo no es olvidar.
El proceso de duelo permite buscar para tu ser querido el lugar que merece entre los tesoros de tu corazón. Es poder pensar en él, y no sentir ya ese latigazo de dolor. Es recordarlo con ternura y sentir que el tiempo que compartiste con él o con ella fue un gran regalo.
Y esto es cierto para todas las pérdidas. La elaboración permite darle un sentido a todo lo que has vivido hasta aquí con lo ausente. Es entender con el corazón en la mano que el amor no se acaba con la muerte.
15.- Aprende a vivir de "nuevo".
Hacer el duelo significa también aprender a vivir sin algo, sin alguien, de otra forma. Es aprender a tomar nuevas decisiones por ti mismo, aprender a desempeñar tareas que antes hacía otro, aprender nuevas formas de relación con la familia y los amigos, aprender a vivir con algo menos. A veces este aprendizaje no incluye a otros, el duelo es aprender a vivir sin esa capacidad que he perdido. La experiencia es muchas veces un maestro muy cruel.
16.- Céntrate en la vida y en los vivos.
Llega un momento en que sabes que es necesario soltar el pasado. La vida te espera llena de nuevas posibilidades.
No hay nada malo en querer disfrutar, en querer ser feliz, en querer establecer nuevas relaciones... En el caso de la pérdida de una pareja, no hay motivo para avergonzarse si aparece de nuevo el deseo sexual. En realidad, el corazón herido cicatriza abriéndose a los demás. El duelo es establecer que lo muerto queda afuera pero mi vida continúa.
Una adolescente escribió a su madre después de perder a su padre: "Existen otras personas a las que amar, y eso no significa que quiero menos a mi papá".
Una adolescente escribió a su madre después de perder a su padre: "Existen otras personas a las que amar, y eso no significa que quiero menos a mi papá".
Me quedo con esta frase:(...)Es entender con el corazón en la mano que el amor no se acaba con la muerte(...).
ResponderEliminarGracias!!
no me gusta nada tu estilo de escritura
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