martes, 30 de octubre de 2012

LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD (I)


Los trastornos de la personalidad son problemas tan frecuentes como graves que afectan enormemente al individuo que los sufre y a su entorno. Además, son patologías no del todo conocidas por los profesionales de la salud mental, lo que ocasiona no pocos inconvenientes cuando las personas afectadas solicitan ayuda; de hecho, lo más habitual hasta que llegan a un psicólogo o psiquiatra especializados es que efectúen un auténtico "peregrinaje" en busca de alguien que las entienda. Intentaré, de una manera breve y divulgativa, explicar qué son los trastornos de la personalidad y qué podemos hacer ante ellos.


¿QUÉ ES UN TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD?

Los trastornos de la personalidad son problemas que el sujeto posee arraigados en su carácter y que, por tanto, empieza a manifestar con claridad en su juventud o principio de la adultez. No obstante, muchas veces existen antecedentes de dichos problemas o “rasgos disfuncionales” del temperamento en la infancia.


Los trastornos de la personalidad no son equivalentes a trastornos que son más bien problemas agudos, como se dice en medicina. Podemos imaginar a una persona con una grave depresión, pero que cuando se repone de ésta vuelve a ser la que era. Igualmente, podemos hacer el mismo ejercicio de imaginación con alguien adicto a sustancias, agorafóbico o hipocondríaco. La persona con trastornos de la personalidad no reacciona así, no vuelve a ser la que era porque siempre es la que es; digamos que no tiene un “postizo” que le pueda sobrevenir como una depresión o un trastorno de ansiedad, sino que desde siempre ha sido así y se ha ido haciendo así durante su vida.

Esto no significa que los trastornos de la personalidad no tengan tratamiento, al contrario. Con un depresivo hay que atender la depresión, con un psicótico la psicosis; pues bien, con una persona que sufre de trastornos de la personalidad, hay que atender a su personalidad. No venimos a decir que haya que cambiar de carácter, sino que hay que convertir lo que antes eran rasgos o maneras de ser disfuncionales en funcionales.

Los rasgos disfuncionales son aspectos del comportamiento, de la percepción de los demás, del manejo ante la vida o de la autoestima (es decir, de los grandes ámbitos en los que nos desenvolvemos todos con nuestro carácter) que provocan sufrimiento en uno mismo y/o en los otros. Imaginemos, por ejemplo, a una persona enormemente desconfiada, que es suspicaz incluso con sus seres queridos y que siempre piensa que la están engañando o que se están queriendo aprovechar de ella, humillarla, burlarse, etc. Esta persona tiene rasgos disfuncionales de personalidad de tipo paranoide, hasta el punto de que podría ser tributaria de un diagnóstico de trastorno paranoide de la personalidad por su suspicacia excesiva y generalizada. Otros ejemplos de rasgos disfuncionales son la timidez extrema, el comportamiento delictivo, la soberbia excesiva, etc. Como se puede observar, son "formas de ser" constantes, que no obedecen a un mal momento concreto sino que están muy arraigadas en el individuo.

Según los aspectos que estén generando sufrimiento se podrá hablar de un trastorno de la personalidad o de otro, sabiendo que lo más normal es una mezcla entre diferentes tipos. Pero, más allá de las diferentes clases, lo que importa es esa idea de estabilidad en la persona, de que distintas "maneras de ser" muy arraigadas pueden ser problemáticas para el individuo o su entorno.

Las causas de los trastornos de personalidad se desconocen; sin embargo, se cree que muchos factores genéticos y ambientales juegan un papel en su desarrollo.

Los profesionales en salud mental clasifican estos trastornos en los siguientes tipos:

Trastorno de la personalidad antisocial
Trastorno de la personalidad por evitación
Trastorno límite de la personalidad
Trastorno de la personalidad dependiente
Trastorno histriónico de la personalidad
Trastorno narcisista de la personalidad
Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
Trastorno de la personalidad paranoica
Trastorno esquizoide de la personalidad
Trastorno de la personalidad esquizotípica


1. Trastorno de personalidad antisocial
Es una afección de salud mental por la cual una persona tiene un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de los derechos de otros. A menudo este comportamiento es delictivo.
Causas, incidencia y factores de riesgo

Las causas del trastorno de personalidad antisocial se desconocen, pero se cree que factores genéticos y el maltrato infantil contribuyen a su desarrollo. Las personas con padres antisociales o alcohólicos están en mayor riesgo. Los hombres resultan de lejos muchísimo más afectados que las mujeres y esta afección es común en las personas que están en prisión.

El hecho de prender fuegos y la crueldad con los animales durante la infancia están ligados al desarrollo de la personalidad antisocial.

Algunas personas creen que la personalidad psicopática (psicopatía) es el mismo trastorno. Otras creen que la personalidad psicopática es un trastorno similar pero más grave.
Síntomas

Una persona con trastorno de personalidad antisocial puede:
 

Ser capaz de actuar jovial y encantador
Ser buena para adular y manipular las emociones de otras personas
Quebrantar la ley constantemente
Descuidar su propia seguridad y la de los demás
Tener problemas de consumo de drogas
Mentir, robar y pelear con frecuencia
No mostrar culpa ni remordimiento
Estar a menudo enojado o ser arrogante
 
Signos y exámenes:

Como otros trastornos de la personalidad, el trastorno de personalidad antisocial se diagnostica con base en una evaluación psicológica, al igual que en los antecedentes y la gravedad de los síntomas.

Para diagnosticar trastorno de personalidad antisocial, una persona tiene que haber tenido trastorno de conducta durante la niñez.
 
Tratamiento:

El trastorno de personalidad antisocial es uno de los trastornos de la personalidad más difíciles de tratar. Las personas con esta afección rara vez buscan tratamiento por su cuenta y pueden iniciar una terapia únicamente cuando los obliga una corte.

Se desconoce la eficacia del tratamiento del trastorno de personalidad antisocial. Los tratamientos que le muestran a la persona las consecuencias negativas del comportamiento ilegal parecen ser los más prometedores.
Expectativas (pronóstico)

Los síntomas tienden a alcanzar su punto máximo durante los últimos años de la adolescencia y comienzos de los 20. Algunas veces mejoran por sí solos cuando la persona llega a los 40 años.
Complicaciones

Entre las complicaciones se pueden mencionar encarcelamiento, drogadicción, violencia y suicidio.


2. Trastorno de la personalidad por evitación


Es una afección psiquiátrica en la cual una persona tiene un patrón vitalicio de sentirse muy tímida, inadecuada y sensible al rechazo.
Causas, incidencia y factores de riesgo

Los trastornos de personalidad son patrones de comportamiento de por vida que causan problemas en las relaciones interpersonales y en el trabajo.

Aproximadamente el 1% de la población tiene el trastorno de personalidad por evitación y se da por igual en hombres y mujeres. La causa se desconoce.
Síntomas

Las personas con trastornos de la personalidad por evitación no pueden dejar de pensar en sus propias limitaciones y establecen relaciones interpersonales con otras personas sólo si creen que no serán rechazados. La pérdida y el rechazo son tan dolorosos que estas personas prefieren estar solos antes que arriesgarse a tratar de conectarse con otros.
Signos y exámenes

Una persona con trastorno de la personalidad por evitación puede:
 

Sentirse fácilmente herida cuando la gente la crítica o la desaprueba
Refrenarse demasiado en relaciones íntimas
Ser renuente a involucrarse con personas
Evitar actividades u ocupaciones que impliquen contacto con otras personas
Ser tímida en situaciones sociales por el miedo de cometer un error
Hacer que las dificultades potenciales parezcan peor de lo que son
Mantener la opinión de que no es socialmente buena, que no es tan buena como otras personas o que es poco atractiva
 
Tratamiento:

Los medicamentos antidepresivos a menudo pueden hacer que las personas sean menos sensibles al rechazo. Sin embargo, la terapia psicológica (psicoterapia) se considera el tratamiento más efectivo para esta afección.

La terapia psicodinámica, que ayuda a los pacientes a entender sus pensamientos y sentimientos, y la terapia conductual cognitiva (TCC) pueden ayudar. Asimismo, una combinación de medicamentos y psicoterapia puede ser más efectiva que cualquiera de los tratamientos por separado.
Expectativas (pronóstico)

Las personas con este trastorno pueden desarrollar cierta habilidad para relacionarse con los demás y esto se puede mejorar con el tratamiento.

Complicaciones:

Sin tratamiento, una persona con este trastorno puede llegar a resignarse a una vida caracterizada por el aislamiento total o casi total. Estas personas pueden pasar a desarrollar un segundo trastorno psiquiátrico, como la drogadicción, o un trastorno del estado de ánimo como la depresión.


3. Trastorno límite de la personalidad

Es un padecimiento en el cual las personas tienen patrones prolongados de emociones turbulentas o inestables, como sentimientos acerca de sí mismos y de los demás.

Estas experiencias interiores a menudo los llevan a tomar acciones impulsivas y tener relaciones interpersonales caóticas.
 
Causas, incidencia y factores de riesgo

Las causas del trastorno límite de la personalidad se desconocen. Se cree que los factores genéticos, familiares y sociales juegan un papel.

Entre los factores de riesgo que predisponen a este trastorno están:

Abandono en la niñez o en la adolescencia
Vida familiar disociada
Comunicación deficiente en la familia
Abuso sexual

Este trastorno de la personalidad tiende a ocurrir más a menudo en las mujeres y entre pacientes psiquiátricos hospitalizados.
Síntomas

Las personas con este trastorno a menudo presentan incertidumbre acerca de su identidad y como resultado sus intereses y valores pueden cambiar rápidamente.

Las personas con este trastorno también tienden a ver las cosas en términos extremos, o todo es bueno o todo es malo. Sus puntos de vista sobre otras personas pueden cambiar rápidamente. Una persona que luce admiradora un día puede lucir despreciativa al siguiente día. Estos sentimientos súbitamente cambiantes a menudo llevan a relaciones intensas e inestables.

Otros síntomas de este trastorno abarcan:
 

Miedo de ser abandonado
Sentimientos de vacío y aburrimiento
Manifestaciones frecuentes de ira inapropiada
Impulsividad con el dinero, el consumo de sustancias, las relaciones sexuales, el apetito desenfrenado y el hurto en tiendas
Intolerancia a la soledad
Crisis repetitivas y actos de lesionarse a sí mismo, como hacerse cortes en las muñecas o tomar sobredosis


Signos y exámenes:

Como otros trastornos de la personalidad, el trastorno límite de personalidad se diagnostica sobre la base de una evaluación psicológica, al igual que los antecedentes y gravedad de los síntomas.

Tratamiento:

Muchos tipos de psicoterapia, como la terapia conductual dialéctica, pueden tratar eficazmente este tipo de trastorno. Además, la terapia de grupo puede ayudar a cambiar los comportamientos autodestructivos.

En algunos casos, los medicamentos pueden ayudar a nivelar los altibajos en el estado de ánimo y tratar la depresión u otros trastornos que se pueden presentar con esta afección.
Significado de los resultados anormales

El pronóstico depende de cuán grave es la afección y de si la persona está dispuesta a aceptar ayuda. Con psicoterapia prolongada, a menudo mejorará gradualmente.
 
Complicaciones:

Depresión
Drogadicción
Problemas con el trabajo, la familia y las relaciones sociales
Intentos de suicidio y suicidio
 
 
 
MAÑANA MÁS...........
 

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