En un encuentro sexual normal, la excitación masculina va aumentando hasta la fase llamada "meseta", disfrutando del placer sexual hasta el momento en el que el hombre llega al orgasmo y eyacula de manera voluntaria. El eyaculador precoz no puede permanecer en dicha fase.
Su excitación es muy rápida y su eyaculación es prematura e involuntaria. En muchos casos, la eyaculación precoz o prematura es un signo de una afección psicológica (ansiedad, nerviosismo, etc.) o emocional (culpabilidad, angustia, etc.) y en pocos casos es debido a un trastorno anatómico o fisiológico.
La eyaculación prematura puede ser causada por infecciones de la uretra y de la próstata, también puede ser causada por alteraciones neurológicas, trastornos de tipo degenerativo, alteraciones vasculares, fármacos como; antidepresivos, antihipertensivos, estimulantes y antigripales que contengan pseudoefedrina, desequilibrios hormonales y todas aquellas enfermedades que alteran los mecanismos reflejos de la eyaculación. Las afecciones psiquiátricas, como la bipolaridad y el trastorno de estrés postraumático, también pueden ser causas de esta disfunción sexual.