Desgaste
en la pareja, ¿cuántas veces lo habremos oído?
En la calle, en los libros, en miles de artículos que circulan por
internet, pero claro, es fácil. La rutina, el tiempo, la casa, los niños, el trabajo,
el paro, pero…. ¿Si sabemos tanto?... ¿cómo llegamos a ese punto?
No
sabes cómo, un día te das cuenta de que empiezan a molestarte sus gestos y
costumbres a las que antes no le dabas importancia ahora te pueden desagradar bastante.
De
repente te ves cerrando una conversación con “pues vale”, “lo que tú digas”,
“claro es que tú lo sabes todo”, te convences de que lo que quieres es no
discutir por chorradas, de que lo único que quieres es que el tiempo entre
vosotros sea de buena calidad pero, con esa
frase, ya se rompió todo intento de cordialidad. Si nos paramos a pensar cuánto hace que no nos
damos un beso, uno de esos de los buenos, con pasión, tu ojo derecho mira hacia
arriba a la derecha mientras se medio cierra , síntoma de que estás buscando en
tus recuerdos… mal asunto ¿no? y ya lo
último es cuando piensas que llevas varias semanas sin hacer el amor y que
seguro esta noche cuando te acuestes lo harás, pasa la noche y dices eso de “mañana
sin falta”.
No
te asustes, nos pasa a todos y eso no significa que nos vayamos a separar o que
estemos en fase irrecuperable, al menos no aún. Tendríamos que estar en esa situación
durante muchos años, perder nuestras ilusiones o proyectos comunes llenando nuestra
vida fuera, convirtiéndonos en extraños, creando muchas carencias y aun así, no
significa que nos separemos, al menos, no todos. Tendrían que darse algunas
circunstancias como la aparición de otras personas que complementen algunas de
esas lagunas mantenidas entre los dos.
Pero, eso no toca hoy.
Los
altibajos en la pareja forman parte de la relación en su visión evolutiva. Hay
momentos para amarse mucho y otros para luchar mucho, siendo en éstos donde la
relación queda olvidada pero no por no tener importancia, sino porque, a veces,
hay que dársela a otras cosas. Los momentos íntimos empiezan a perder calidad
por la falta de energías físicas y mentales, lo que hará que se deje para
mañana esa charla, esa caricia o ese abrazo, desnutriendo día a día esa pareja
maravillosa que fuisteis un día.
Lo
importante en este punto es darse cuenta y tomar cartas en el asunto. Da igual
quien lo haga, quizás seas hoy tú o quizás sea tu pareja mañana, pero hay que
hacerlo. Basta con una muestra de afecto, vuestra pareja os mirará sorprendida,
vuelve a hacerlo y se dejará llevar.
No
debemos olvidar que las crisis nos ayudan a renovarnos, a generar nuestros
propios recursos, nos ayudan a afrontar nuestra vida en pareja, si queremos, cada día, de una forma más positiva y feliz.
No
existe una fórmula general e infalible para todos, pero vuestra pareja en
particular, sí la tiene. La pareja sabe
cómo amarse. Ya lo hicieron, y muy bien. Para ello lo primero de todo es
hablar, lo segundo hablar y lo tercero, hablar. Comunicar desde el darse cuenta
que la/o echamos de menos, recordando cosas buenas, tomar consciencia desde el
cariño de que nos estamos alejando y que no podemos caer en eso. Jugar a
aportar ideas realizables que al otro le
sirvan de guía. Ir viendo juntos qué cosas funcionan o han funcionado con
anterioridad. Busquemos esos recuerdos, activemos la memoria y volvamos a los primeros momentos de la relación,
algún detalle, una canción, una película o un lugar especial podría ser
suficiente para despertar.
Tras
esto queda la parte “sorprende”, a todos nos gustan los detalles y ver que
nuestra pareja se involucra y tiene ganas, nos dará energía para hacerlo nosotros.
Puedes traer una flor, comprarle su vino preferido para una velada especial,
organizar una salida los dos solos, una velada romántica, un spa, un poema, una
comida de las que le gusta, ¡pueden ser tantas cosas!
Vuelve
a “hacerte deseable”. ¿Recuerdas los
inicios con tu pareja?, la parte física era muy importante, ¡esa atracción! El
qué te ponías, la ropa interior bien elegida, ellas, impecablemente depiladas,
ahora muchos de ellos también, … ¡estábamos atentos a tantos detalles! Pasado
el tiempo… ¿a quién tenemos delante del espejo? Vuelve a recuperarte, no tendrás veinte años
otra vez pero tu autoestima subirá, tu cuerpo te lo agradecerá y tu mente también.
Una dieta saludable, deporte y, sobre todo, ¡siéntete sexy! Incluso en el sofá
a las diez de la noche viendo la tele, sí, el cómo estás en casa vestida/o es
muy importante, cosas viejas o desteñidas, a la basura o para trapos. En tu
cuerpo ponte cosas que te hagan sentir bien, y no ese chándal amarillo que no
te quitas nunca de encima cuando estás en casa.
Pero, sobre todo, un poco de piropos. Mantener
el ego un poco en alto en tu pareja es fundamental en la relación. Con galanterías
y elogios a su persona o a su labor, harás que el otro se sienta deseado y
amado, reforzando así los sentimientos de la pareja. Mándale un mensaje de
texto antes de veros, alguno incluso subido de tono, es una buena opción y
creará el deseo de veros, de estar juntos en la intimidad de vuestro dormitorio
o donde quieras re-experimentar.
El
amarnos día a día, año tras año, con problemas dentro y/o fuera es uno de los
retos más gratificantes que puede tener todo ser humano. Crecer juntos,
construir, ver proyectos evolucionar, los frutos del esfuerzo, es maravilloso. Se
puede si se quiere; no somos uno, somos uno más uno, que es más, caminando
juntos hacia un fin común. ¿Quieres?
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