Las experiencias de las citas online son de los más variadas, La psicóloga clínica Suzanne Lachmann se ha basado en los testimonios de diferentes mujeres para establecer las categorías de hombres (heterosexuales) que podemos hallar en este tipo de citas. Por supuesto, no son categorías estancas , y algunos estereotipos son mucho más frecuentes que otros. Aquí van los principales ejemplares que puede hallar una mujer buscando ¿amor? ¿sexo? en las redes:
Sólo estoy mirando
Fantasea sobre una grandiosa vida sexual o una preciosa relación pero tiene demasiada ansiedad e inseguridad como para superar la barrera de la protectora pantalla del ordenador, de manera que no suele acudir al paso número dos: la cita en persona. Probablemente sea alguien que salga de casa el número de veces imprescindibles para la subsistencia. Le cuesta mucho socializar y en las redes sociales ha hallado la excusa perfecta para eludir el contacto humano.
El distraído
Tiene entre 20 y 30 años, considera las citas online un fenómeno perfectamente integrado en su generación y probablemente ha tenido más experiencias positivas que negativas. Dada su situación y su edad, es cierto que puede estar buscando una relación seria. Sin embargo, se muestra abierto a las innumerables posibilidades que le ofrece internet y no quiere desaprovechar ninguna, por lo que se distrae y diversifica la energía con facilidad. Para un par de meses de diversión, puede estar bien.
El experimentador
Cree que las mujeres mayores saben lo que quieren. Suele tener entre 20 y 30 años y –pobre– aún impresionable, suele buscar mujeres maduras que tengan mucho que enseñarle para perfeccionarse en el noble arte del sexo. Por supuesto, se da cuenta de que el modo más sencillo que tiene de contactar con una mujer madura es a través de internet.
Superando a su ex
La ruptura ha sido dolorosa y ya lo ha intentado todo: beber cerveza hasta morir, comer pizza hasta reventar, salir con los amigos, llamar a la ex anterior a su última ex, manosear a sus amigas, escribir a su primera novia, llorar, moquear, dormir. Pero nada le saca del fango horrible del dolor del desamor, así que opta por las citas online. Un clavo saca a otro clavo, versión 2.0.
Ennoviado
Tiene curiosidad por cotejar el mercado, pero puede ser que nunca pretenda pasar a la acción. O sí. En cualquier caso, no tiene pensado dejar su relación actual, pero siente que se está perdiendo algo. Si se busca una relación seria, es mejor olvidarse de él.
El fantasioso
En su perfil suele poner que busca cosas como "una increíble comunicación, un sexo asombroso, un cuerpo espectacular". Está frustrado y busca algo que no existe. Sin embargo, puede que navegando por internet se dé cuenta de sus imposibles aspiraciones y adapte sus exigencias.
Miente sobre su edad
Suele ser demasiado mayor y se hace un pequeño descuento, pues lo que quiere es quedar con una mujer significativamente más joven que él. Las modernas tecnologías permiten hacer maravillas con las fotos de perfil, y no es difícil dar gato por liebre. No obstante, comenzar con una mentira no parece un buen principio.
El ocupado
Quien no tiene tiempo ni para ligar halla en las redes sociales el método infalible: se puede socializar incluso estando en una reunión de trabajo. Por lo general, lo que espera es conocer a otra gente igualmente ocupada y establecer un romance de unos 30 minutos, cuando él pueda, como él pueda. Su tiempo es muy limitado y lo tiene muy calculado. Al final, te das cuenta de que estás saliendo con su teléfono móvil.
Al fin, exitoso con las mujeres
Tras un pasado en el que se sentía intimidado por las mujeres, ha roto las barreras, los complejos y las inseguridades y ahora quiere darlo todo, hacer todas las muescas en la pared, recuperar el tiempo perdido. Es probable que esté divorciado. Y, al parecer, es el tipo de tío que te pregunta si estás desnuda nada más empezar la conversación.
Depredadores
Son misóginos y buscan a las mujeres para controlarlas o avergonzarlas, generalmente como respuesta a anteriores experiencias dolorosas. Las redes sociales y, a menudo, el anonimato que estas permiten se han convertido en el perfecto terreno para cultivar estos especímenes.
El amante
Busca a la mujer de su vida, es realista y comprometido y ha terminado en un chat porque en la vida real no ha tenido suerte. No obstante, en última instancia es imprescindible el contacto cara a cara para poder dilucidar sus verdaderas intenciones.
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