“Del amor a la ruptura a través del whatsapp”
El año pasado se publicó un estudio que confirmaba que más de 28 millones de parejas habían roto por culpa del whatsapp, el dato no deja indiferente, aunque tampoco se sabe cuántos millones de parejas han comenzado una relación o se han fortalecido gracias a ésta aplicación.
La relación de una pareja con el whatsapp tiene vida propia, nace, crece, se reproduce y muere, ¿qué significa esto?, pues que nace durante la fase de la conquista, te lanzas y dices cosas que no te atreves a decir a la cara, interactúas en un espacio nuevo y mientras esperas a que te contesten se potencia la imaginación y el deseo. Crece a medida que la relación avanza, los mensajes son adictivos, la pareja vive pendiente del whatsapp del otro, como si no existiese otra cosa en el mundo. Se reproduce cuando la relación ya está consolidada, los mensajes mantienen la relación pero ampliamos el círculo de charla durante nuestro tiempo libre y los momentos del sofá o de la caña se tiñen de un toque de soledad cuando la pareja se dedica a charlar con otras personas. Y muere en la fase destructiva de los celos, el control, las malas interpretaciones dando como resultado que si queremos salvar la pareja se decide que las cosas importantes NO nos la diremos por whatsapp sino que nos llamaremos, o bien la poca solidez de la pareja hará que la ruptura de la pareja sea un hecho consolidado.
Hace 20 años se esperaba una llamada a casa. Hace 10 años se esperaba una llamada o SMS al móvil. Hace 5 años se esperaba un email o un mensaje en el chat de Hotmail. Hoy esperas un WhatsApp. Y ha de ser YA. WhatsApp impone una cultura de hiperconectividad. Tus contactos esperan que contestes a sus mensajes de inmediato. No importa si estás en el baño, haciendo deporte o en un funeral. No importa ni siquiera si tu mensaje hizo ese “maldito” doble ‘check’. La contestación ha de ser instantánea. Y ahí es donde empieza parte del problema, no respetar los turnos ni ser dueño de tu tiempo implica dependencia de una situación nociva y adictiva. Otra parte del problema es la entonación que le damos a unas palabras escritas y que no oímos del interlocutor, las leemos nosotros y sólo nosotros las envenenamos o ensalzamos… yo también te quiero….
Mi amor….¿con quién estabas chateando a las 4.00 de la mañana…? Otra particularidad del whastapp es que te convierte en un desconfiado, aunque no lo seas, quizás entró a mirar algo cuando fue al baño y mientras estaba terminando echó un ojo en alguna conversación de grupo…y de paso te controló a ti.
Si quieres sobrevivir a ésta aplicación y que tu pareja salga fortalecida necesitas unos consejos prácticos:
1- No dejar ver la hora de tu última conexión. Ya todos los teléfonos tienen la opción de desactivar la última conexión. Te ayudará a ti y al resto.
2- Que tengas los dos tics no implica que tu mensaje haya sido leído.
3- No mandes preguntas demasiado importantes o urgentes, llama.
4- Úsalo para recordar a tu pareja que estás pensado en él/ella, ser cariñosos os fortalecerá.
5- Deja el móvil cuando estés con tu pareja. Seguro que agradecerá que el tiempo que estén juntos, aunque sea viendo una película, estés de verdad ahí, presente y no ausente.
6- Si malinterpretas, LLAMA. Las “broncas” por whatsapp se enconan, no dejes que aumente el calor de la disputa, cuando quizás ha sido una entonación que le has dado tú. ACLARA LLAMANDO.
7- NO LEAS SU WHATSAPP. Hasta la conversación más inocente puede ser malinterpretada. Si tu pareja leyese las tuyas quizás se escandalizaría más. Ojos que no ven…corazón que no siente. Si desconfías porque tiene conductas extrañas y sospechosas este consejo puedes obviarlo. No pierdas el tiempo con quien lo pierde con otr@s.
El problema no está en la aplicación, está en cómo se usa.. “WhatsApp es una herramienta, nada más que eso. No se puede culpar a WhatsApp de una crisis en tu relación, la aplicación puede hacer que vuestros problemas salgan a la luz y más asiduamente. Si las cosas van mal, la responsabilidad es de la pareja, de nadie más. “WhatsApp no rompe ninguna pareja, es la propia pareja la que permite que se rompa. Si aparecen los problemas hay que buscar soluciones para poder salir fortalecidos. WhatsApp puede abrir muchas puertas a una pareja. Se tiene que usar para construir, mimar, atender, fortalecer y demostrar a la pareja cuánto se quiere, cuánto se desea (los preliminares pueden empezar ahí…), cómo se echa de menos y cómo se preocupan por su día a día, estando presente en breves momentos con un simple emoticono de un beso.
No permitas que WhatsApp arruine tu relación, sé listo y sácale provecho.
Yo también te quiero…;-))
*Ana Ortiz. Psicóloga. Terapeuta Sexual y de Pareja. Teléfono de contacto 675819019.
Publicado en Diario de Avisos el 31 de Mayo de 2014
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