Recuerde la experiencia o experiencias de celos más extremas por las que haya pasado. ¿En qué medida utilizó cada una de las estrategias que se mencionan a continuación? ¿Nunca, sólo una o dos veces, muy pocas veces, de vez en cuando, a menudo, habitualmente o siempre?
• ¿Habló con su compañero de la situación y de su respuesta a la misma en una forma racional?
• ¿Apeló al sarcasmo?
• ¿Aceptó la situación porque sentía que no podía hacer nada al respecto?
• ¿Evitó el tema y trató de no pensar en él?
• ¿Se entregó a un “silencio sepulcral” para dar a entender claramente que tenía conciencia del problema pero se negaba a hablar de él?
• ¿Lo negó? Es decir, ¿sabía que su compañero estaba involucrado con alguna otra persona pero prefirió no darse por enterado?
• ¿Lloró delante de su compañero para poner de manifiesto su obvio sufrimiento, o prefirió hacerlo en soledad?
• ¿Apeló a la agresión verbal, gritándole a su compañero o insultándolo?
• ¿Tomó represalias tratando de despertar los celos de su compañero, dedicándose a flirtear, a tener un amorío o hablándole de otros amantes?
• ¿Atacó físicamente a su compañero? ¿Le dio puñetazos, lo arañó o le arrojó platos?
• ¿Dejó a su compañero, temporalmente o para siempre?
• ¿Sufrió en silencio y a escondidas, para que ni su compañero ni nadie se enteraran de su sufrimiento?
• ¿Sufrió en silencio pero visiblemente (poniendo cara triste y suspirando) cada vez que estaba en presencia de su compañero?
• ¿Cuando pensó en la situación trató de encontrarle el lado divertido?
• ¿Hizo un chiste sobre la situación dirigido a su compañero o a otras personas?
• ¿Reflexionó acerca del papel que jugó usted en la situación y evaluó racionalmente cómo se sentía o qué temía perder?