miércoles, 16 de octubre de 2013

LOS MENTIROSOS

Mientes cuando dices algo que va en contra de lo sabes, crees o piensas. Todos mentimos por varias razones. Pero generalmente vivimos en una sociedad en la que esperamos que las personas más cercanas a nosotros sean las más sinceras. A nadie le gusta que le mientan. Pero hay quienes parece que no les llega el mensaje. Hay personas que mienten constantemente. Y hay personas que hasta llegan a creerse sus mentiras. Si conoces alguien así te has topado con un mentiroso compulsivo.

La mitomanía ocurre cuando un sujeto siente un impulso por mentir que no puede controlar, esta palabra proviene del griego mythos (mentira) y manía (compulsión). ¿Qué es lo que impulsa a las personas a mentir sin control? Todo surge por un profundo deseo de construir una mejor imagen de ellos para los demás satisfaciendo así su necesidad de aceptación ajena y también por la necesidad de crear una imagen soportable para sí mismos. Esta conducta patológica hace que el sujeto en algún punto termine creyendo sus propias mentiras, viviendo en un mundo de fantasías.

Todos hemos mentido en alguna otra ocasión, ya sea para salir de apuros o para llamar la atención, sin embargo, en el caso de la mitomanía, la mentira comienza a ser una conducta repetitiva.
 


Quienes más propensos son a convertirse en mentirosos compulsivos son aquellos sujetos que tienen tendencia a la manía (personas con un ánimo exageradamente elevado, superficiales, frívolas). Las personas que necesitan desesperadamente la aprobación, admiración y el afecto de los demás, quienes tienen baja autoestima, inmadurez emocional, quienes se ven influenciados por un componente genético. También son propensos a padecer la mitomanía aquellas personas que provienen de familias cuyo objetivo es fingir poseer aquello que no tienen, ya sea una buena posición económica, una buena relación, o familias que buscan ocultar determinadas situaciones como infidelidades, hijos fuera del matrimonio, etc.

La mentira es para el mitómano su motor, falsean la verdad con respecto a hechos, cosas y personas. Estos individuos son convincentes, manipuladores y mienten tan bien que es todo lo que dicen parece real, saben fingir, son de cambiar de tema habitualmente durante las charlas y brindarán distintas versiones del mismo tema en ocasiones diferentes y a personas diferentes. Su mentira parece real porque muchas veces en su discurso utilizan cosas que sí son ciertas o al menos creíbles. La temática de sus mitos gira en torno a todo, desde su edad hasta su historia de vida completa, hay una tendencia morbosa, incontrolable, de desfigurar su realidad. Esta patología es más frecuente en los hombres.

Podemos encontrar el inicio de la mitomanía en la infancia. La conducta del mentiroso compulsivo tiene su raíz en los vínculos más cercanos, la educación del niño y su contexto siempre ejercen una importante influencia. Es habitual que en la infancia los pequeños vivan en un mundo de fantasía y mientan a modo de juego, esta conducta por supuesto que no debe de ser estimulada y desde pequeños se les debe enseñar a que decir la verdad es lo deseable en la mayoría de las ocasiones, aunque también se debe tener en cuenta que la mentira tampoco debe ser severamente castigada, el tema debe ser tratado con delicadeza pero sin tirantez ya que es normal que los pequeños mientan como es el caso de los amigos imaginarios o sus intentos de imitar a los mayores.

Las consecuencias a nivel social y familiar son severas, ya que el mentiroso compulsivo pierde credibilidad, confiabilidad, respeto, y muchas personas queridas terminan alejándose de él por sentirse traicionadas en algún punto.

Es muy difícil que el mentiroso compulsivo decida asistir a terapia por voluntad propia, ya que niega su problema restándole importancia o siente que es parte de su vida y no hay nada que pueda hacerse al respecto. Es vital que como profesionales podamos descubrir qué es lo que se esconde detrás de esa mentira y hacérselo entender a la persona que consulta, conociendo lo que nos sucede es más sencillo controlarlo.

Más vale una vida verdadera que una vida llena de fantasías que solamente hiere la confianza de los demás, sé fiel a ti mismo y anímate a dejar esta trampa atrás.

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Los mentirosos compulsivos son personas que mienten constantemente. Crean una red de acciones y palabras en la que se enredan ellos mismos y a todas las personas que le rodean. Quedan siempre colgados frente a las personas más importantes de sus vidas. Y dejan a su paso corazones rotos, rabias y la mala voluntad de quienes se encuentran con ellos.

¿Qué hace que alguien sea un mentiroso compulsivo? Hay tantas razones como hay mentiras. Típicamente hay temas comunes que se expresan en el mentiroso compulsivo. Muchos de ellos padecen de pobre auto estima. Sienten que su personalidad no es suficiente para la gente que les rodea. Necesitan engrandecerse a través de sus expresiones para buscar el asombro, control o aceptación de las personas que les conocen. En el fondo se sienten pequeños. Pero comienzan un efecto de bola de nieve porque tienen que cubrir sus mentiras previas con nuevas mentiras. Y al final lo único que nos sorprende es cómo alguien puede vivir con tanta mentira encima.

Otras personas mienten por puro egoísmo. Estas personas quieren algo y mienten con toda intención y alevosía si les sirve para obtenerlo o lograrlo. Estas personas son personas peligrosas. Literalmente carecen de código moral o remordimiento genuino, sólo vergüenza al ser atrapados en su mentira. Y cuando se les desmiente generalmente encuentran alguna excusa para sus acciones, la cual casi siempre es otra mentira. A estas personas no se les puede creer ni la verdad.

Y hay personas que literalmente viven una mentira. Estas personas son las que se creen su propia falsedad. Viven en su propio mundo y viven su farsa sin conciencia del mundo que les rodea o de la realidad. Su vida es una ilusión de comienzo a fin. Viven en un estado de negación eterna. El confrontarlos trae sólo enojo y violencia. Y siempre son infelices pues no se dan cuenta que se le puede mentir al cerebro pero nunca al alma. Nunca alcanzan la felicidad y se convierten en un agujero negro que traga a todas las personas que se le acercan en la vida.

Como puedes ver hay dos patrones que se repiten aquí. El primero es que hay personas que tienen por hábito el mentir por varias razones. El segundo es que no importa la razón por la que mienten el mentiroso compulsivo va a hacerle daño a tu vida. Pueden afectarte de forma directa cuando sus mentiras te hieren física o emocionalmente. O pueden herirte indirectamente cuando sufres las consecuencias destructivas del resultados de sus mentiras en tu ambiente.
 

¿Y cómo manejar a alguien así en tu vida? Mi primer consejo es aléjate si puedes. Los mentirosos compulsivos ya han establecido un patrón de farsas en su vida del cual les es casi imposible salir. Y aún si cambia… ¿cómo le puedes creer? Así que lo mejor es simplemente alejarte de esas personas para que no puedan envenenar más tu existencia. No le des más oportunidades de herirte, la única oportunidad que les estás dando es la de mentirte otra vez. Estas personas no van a cambiar. Si no lo aceptas… te mientes a ti.

Si no puedes alejarte entonces puedes rehusarte a ser parte de la mentira. La mayoría de los mentirosos compulsivos lo hacen porque la gente los tolera. Algunos porque no les importa y a otros porque no les queda otro remedio. Pero si es una persona importante en tu vida de la cual no te puedes alejar comienza cantándole la verdad, haciendo claro que las mentiras no serán toleradas y que va a haber consecuencias si continúan ese patrón. De esa forma por lo menos comienzas a ser parte de la solución y no del problema. Si encuentras que tienes dificultades en este proceso te recomiendo terapia para poder manejar esta situación mejor.

A Abraham Lincoln se le atribuye el dicho de que se puede engañar a alguna gente todo el tiempo, se puede engañar a todo el mundo por un tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo. Los mentirosos compulsivos buscan a aquellos que pueden engañar todo el tiempo para su beneficio personal en detrimento del tuyo. Es tu responsabilidad protegerte de aquellas personas que quieren hacerte daño. Pero lo harás sólo si puedes ver las cosas con claridad y con tu mente, cuerpo y alma encontrar la verdad.

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